De ja Vu [Privado]

Era increíble que las gafas no se hayan precipitado ante el movimiento ascendente y descendente, los cabellos castaños no habían perdido en su totalidad el orden que acostumbraba a tener pero se podía notar que distaba mucho del peinado habitual, las hebras castañas se podían considerar algo largas por eso las peinaba hacia un costado y ahora se iban desordenando y aun así mariazell se mantenía altiva.

Si podía estar mas avergonzado, lo estaba al oír esa extraña respuesta pregunta, la mirada a medio abrir se poso ya no en cualquier parte de la ajena habitación, ahora lo miraba a él. No el no disfrutaba de lo incorrecto “lo estas haciendo” se reprocho…- No…no es así – no sabia que mas acotar “entonces…no es incorrecto” “solo es una justificacion”…no importaba ya ahora, no al sentir las manos calientes aferrandose mas a sus caderas y con mas fuerza sentirlo en su interior.

Los gemidos aumentaron a consecuencia de las embestidas, estaba de mas lo dicho por el albino, rápidamente se vio en la necesidad y por voluntad propia hacer caso – ahh!...forte – aumento un grado mas, su cuerpo exigía sentirlo mas y mas rápido por la inesperada presión en su bajo vientre, no era de extrañarse ya que múltiples veces el de ojos carmesí lo había estimulado. “egocéntrico, perturbador” siempre quejándose y reprendiéndole acerca de su comportamiento, no podía entender que era lo que lo forzaba a estar a gusto.

La mano que tenia en la nuca del albino la llevo cerca de la mejilla del mismo al momento de escuchar como era maldecido sin atisbo de odio. Aquella presión y cosquilleo se intensifico – yo ah! No puedo.....fortissimo – era necesario que se moviera mas que forte, no podía resistir mas, sus gemidos se intensificaron.

Como si hubiese sido una orden se movio con rapidez, brusquedad debido al desenfreno y ansiedad, una ansiedad que buscaba el fin con necesidad. Bastaron unas pocas estocadas más para que gimiera roncamente y bajase con fuerza las caderas del austriaco para adentrarse en lo más profundo de el. Entorno la mirada en el hombro de este y mordio descargando su intenso placer del climax en el hombro del chico, sintiendo con maxima y sobrestimulado placer el como liberaba sus fluidos en el interior de este. Sus dedos encrispados en sus muslos.

Respiro hondamente, con las mejillas sonrosadas en su blanquesina piel debido a el esfuerzo y la mirada relajada se alejo del semi abrazo que había logrado - Mejoras bastante...- Sonrio burlesco pero con el molesto brillo en sus propios ojos que no podria ver pero que podía percatarse por el estraño coquilleo en la zona del estomago a la cual culpo por el resiente orgasmo.

- En especial en cuanto a a los gemidos - No evito una amplia sonrisa - ¿Haz estado ensayando para el Gran Ore-sama? - Lo atrajo de la nuca, sin besarlo. aún sin salir de su interior por lo que podia sentir leves espamos de placer aún recorrerle y más aun cuando tuvo el rostro del austriaco cerca.

Si hacía una recopilación de las veces que se había acostado con alguna chica no recordaba jamás haber tenido más de un intercambio de palabras con ellas luego de tener sexo, sin embago no entendia por que tenia unas insaciables ganas de sonsacarle palabras al molestoso señorito. Entre estos pensamientos llevo sus manos a la cintura de este y la levanto levemente con la intención de salir de su interior.

- Ah!…Yo voy ahh!..

Se perdió entre la desesperación y el placer, delirando exquisitamente producto de las fuertes embestidas y aquella mordida en su hombro lo que ocasiono que la presión acumulada se librara completamente cuando lo hubo sentado y sintió su hombría aun más en su interior. Gimió de manera sonora y extensa a la par que la esencia del albino ocupaba su interior, se liberara el mismo y sentía sus manos hundirse en su piel.

Su cuerpo aun temblaba por los espasmos del reciente clímax al que había llegado, dejo que su mano descendiera del hombro del albino el cual en algún momento había usado como soporte, tenia la mirada perdida y así de reojo lo miro no pudiendo evitar fruncir el ceño con levedad al escucharlo, el sonrojo que ya de por si desde el inicio poseía y la vergüenza de solo oírlo. Siempre tan ególatra, como si las personas hicieran todo para y por el, después de todo era eso, un ególatra, que mas podía esperar – Yo no he practicado nada por ti…

Y de pronto se encontró cerca de aquel rostro, por un momento desvió la mirada pero retomo mirar a los carmesí perdiendose por unos segundos en esos extraños ojos- como si se pudiera practicar cosas como esas…- susurro, su respiración se iba normalizando, no se sentía con fuerzas y contrariamente a esto no quería mostrarse mas débil, podía no tener la suficiente fuerza frente a otras personas, por ello hacia uso del intelecto y su buena labia, eso le había ayudado en múltiples ocasiones.

Cuando lo hubo removido de su posición tomando su cintura gimió pues ya se había acostumbrado olvidando completamente que hasta entonces lo tenia dentro, debido a la cercanía cuando lo tomo por la nuca se aferro a su cuerpo y cerro los ojos, a medida dejaba de sentirlo abrió sus orbes lentamente aunque en estos se percibía el agotamiento, estaba totalmente cansado ya, y ya que aun no lo había soltado, apoyó el rostro en el hombro del albino sin ser muy consciente de ello por el cuerpo debilitado y falto de energía, energía que la había usado muy fervientemente.

Observo algo asombrado e hiperventilado debido al fuerte torrente de emociones sentidas bajo el anterior climax como el austriaco apoyaba su rostro en su hombro, no podiendo evitar la sensación de incomodidad puesto a el acercamiento por su punto de vista meloso que le producia cierto cosquilleo a la altura del estomago retomando el casi ya desapercibido sonrojo de cansansio reemplazandola por un sonrojo debido a la verguenza que le causaban tales tipos de cercania de aquella indole. Carraspeo algo nervioso antes de hablar, intentando no mencionar el hecho cambio de tema - Ore-sama podria enseñarte...serian las clases y materia más awesome que jamás hayas visto - Aseguro firmemente.

La tonalidad de su rostro se resistia a disiparse por lo que se vio obligado a maldecir en voz baja y de igual manera esconder su rostro desviando la vista, por el contrario sus brazos rodeaban con el habitual posesivismo la cintura del austriaco, apegandolo hacía si. Fue en ese momento cuando recordo cierto detalle - Maldición mi nueva polera...- Gruño molesto, despues de todo era nueva. La había comprado aquella vez que se habíia topado con el molestoso señorito.

- ¿Como lo arreglaras? - Pregunto con un tono ofendido a su awesome ser. La pregunta la realizo llebando su rostro cercano al del austriaco, pero auqel mechon rebelde de pelo de este le produjo un lebe cosquilleo al acercarse en su mandibula debido a la cercania, haciendo el ademan de moverlo de lugar con su mejilla y apoyar como si fuese un soporte su cabeza en la del señorito.

Un repentino y vivaz recuerdo impregno de gestos, voces y expresiones su mente. Y es que se encontraba comparando la primera vez del austriaco con esta, aquella vez tan quejumbroso y quisquilloso, molesto y desesperante con el de esta vez menos timido y demandante, que le aprecia mucho menos molesto pero le agradaba el morbo que le producia molestarlo. Rio ante la comparación.

Disfrutaba abiertamente de el sexo con aquel tacaño austriaco.

Miraba por encima del hombro del albino la habitación del mismo, o lo que podía ver según su posición, y concentrado en ello no podia estar, no si el dueño del lugar estaba ahí, y no es porque precisamente se encontrara presente, el hecho era su forma de ser, si fuese alguien tranquilo podía seguir con la actividad de mirar su alrededor pero ese no era el caso, él era movido y de personalidad llamativa de comentarios que lo ponían en la mas absoluta vergüenza, no sabia si lo hacia apropósito o simplemente porque le era algo normal “a que define normal exactamente” – ¡o baka san ga!...analiza lo que dices…

Iba a protestar cuando movió a Mariazell, no le gustaba que halaran de su rebelde cabello; estar de esa forma acomodado le provocaba descansar, cosa que no lograría al escuchar al de ojos carmesí y tampoco es como si pudiese permitirse descansar – no tengo el deber de solucionar nada…no es mi culpa – respondió con las mejillas ruborizadas, al menos tal faceta el mas alto no podía ver.

si analizaba con mas atención el como se encontraba con el albino ahora, tenia mas de que avergonzarse y hasta que se diera cuenta de ello respiraba tranquilamente, sentía cómodo el estar así y tanta calma como había concluido minutos antes no era posible en su defecto lo escucho reír – no veo que pueda ser gracioso…- y no mentía al decírselo, esperando respuesta recordó el libro que no tenia ya consigo – mi libro… – susurro, estaban a mano y se lo haría recordar si persistía con lo de su polo que bastante avergonzado lo tenia ya.

Sentía el calor rodear su cintura, supuestamente debería alejarse pero algo se lo impedía y el cansancio no era; la primera vez tan bien había demandado de toda su energía pero a diferencia de aquella vez no estaba apoyado en alguien, no estaba bien si se quedaba así aunque cansado estubiera.

Sus manos sintieron el calor de su cintura con impaciensia, y es que a sus jovenes hormonas no le toardaba mucho el cansancio tal y como a su vivaz cuerpo que parecia haberse restablecido por completo. Y es que la cintura del remilgado señorito despertaba con poca parsimonia sus regiones bajas. - ¿Que tal si...tienes la honorable oportunidad de volver a repetirlo? - Pregunto como si le estubiese contando tal niño sus travesuras a un amigo, perfilando una ansiosa sonrisa en su rostro y sus ojos brillando vivazmente por volver a repetirlo.

Ya no tan lentamente comenzo a sentir el rozar de su miembro con los muslos de este, debido a la posición y chasqueo la lengua con un poco de molestia al ir siempre su cuerpo mucho más adelantado a sus palabras. Despues de todo era dificil sincronizar un cuerpo tan awesome con palabras tan geniales, por lo que parecia claramente esperar una respuesta positiva. Llevo sus manos a sus caderas dejando de rodearlas y las levando y giro con lentitud. Sentandolo soblre sus caderas de este espaldas hacía si mismo, aunque no adentrandose en el. Generando el primer roce entre su cuerpo despierto y las caderas de este de un movimiento.

- Tienes la maravillosa suerte de que alguien tan genial como yo quiera enseñarte...- Dijo con un tono mordazmente lujurioso, pero que poseia una motivación casi infantil por adueñarse de su cuerpo. Y es que para Gibert esta era la manera perfecta para hacerlo, de hecho todavía parecia no creer que excistiera otra.

Mordio un poco más arriba del lobulo de la oreja sin fuerza, solo marcando su presencia a uno de sus costados, sus manos parecias marcar presencia de otra manera...tocaban sin el menor pudor la zona de las caderas y bajavan progesiva y casi expertamente por las caderas que ya creia conocer -¿Que se siente ser tan afortuado? - Dijo ignorando como ya muchas veces su habitual egocentria pero no de la misma manera la textura y calor del cuerpo de este a medida que acariciaba y descendia por el abdomen de Roderich.

Mordio con ansiedad su hombro ante alguna respuesta.



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^{Oh~ Yami no me mates por responder el post tardee~ *3* -inserte melodia de "Oh Margo" de los Simpson-}