Haven't Met You Yet~ (?) [Privado]

Aghh…¿cuánto tiempo había pasado ya desde su ingreso en la escuela? Ciertamente…no lo recordaba, pero lo que sí sabía es que estaba realmente agotado.

Cerró los ojos, se sentó y acomodó a su peluche cerca de él, mientras él mismo se apoyaba contra el tronco de algún árbol cercano, cansado. No sabía por qué, pero retomar de nuevo sus pensamientos le había hecho acordarse de ellos por un momento. Y es que, desde que entró a la escuela apenas había podido verlos. A Arthur o a Francis.

Apretó un poco más a su oso y exhaló aire suavemente, acomodándose un poco más sobre el extenso manto de hierba verde. Los echaba de menos. Todo el tiempo lo hacía. Pero si tuviera que remarcar a alguno de los dos en especial, sería a él. Por dios, ¿desde cuándo no lo veía? ¿Tantos años habían pasado desde aquello? Sacudió su cabeza, como si tratara de desvanecer todos esos pensamientos de su cabeza, y sonrió, de alguna forma triste.

‘’Mejor olvidarlo, ¿no, señor Kumaburou? No queremos dolores de cabeza después, eh…’’ Y rió en voz baja a la par que se acurrucaba en su oso de peluche, volviendo a cerrar los ojos.

¡Después de todo él no se sentía tan solo, claro que no! Así que no, no tenía que depender del pensamiento de nadie porque Kumajirou estaba siempre con él.

-ah~ que lindo dia, Oni-sama siente que hoy debe dar amor~ - el tono musical en su voz se hacia presente cuando estaba feliz ¿las razones? – Francia es una razón – Amaba a su patria y como no amarla si era el País mas bello del mundo y todo lo que este en Francia era hermoso, inclusive su nueva prisión, y claro los jardines de este, era perfecto para conquistar a una bella dama o – ¿Matthew?...- Pregunto Dudoso al ver de espaldas una cabellera tan sedosa como la suya, tenia que ser Matthew.

Se acerco para corroborar si tenía razón, ¡claro que la tenia! Aun si no lo había visto de frente, unos pasos mas y se planto frente al canadiense – Tenia razón – era el niño de la familia que hace tiempo su familia acogió, aunque luego los kirkland se metieron, olvidando a los ingleses molestosos se concentro en el – Pequeño Matthew…

Un momento tranquilo, mirando desde arriba ya que el canadiense estaba sentado – Oni-sama te ha extrañado…- El había participado en su crianza. El reencuentro lo dejaba anonado.

Como en las películas dramaticas donde los protagonistas al mirarse nuevamente no saben que decir.

Se sobresaltó ligeramente cuando alguien desconocido se dirigió a él. Se quedó quieto por un momento, sin aventurar su mirada hacia él aún. ¿Conocía su nombre? Es más, ¿había podido reconocerlo a la primera? Eso era algo extraño, demasiado extraño de hecho, debía confesar. Pocas personas acertaban su nombre a la primera(muchas ni si quiera reparaban en él, directamente), tan pocas que ni su propio hermano se encontraba dentro de ellas.

‘’Yo…’’ se aclaró la garganta. Nuevo pensamientos más crudos deslizaron por su mente en aquellos instantes. ¿¡Y-y si se trataba de algún profesor!? No quería tener ninguna amonestación reflejada en su expediente, algo así no era algo muy propio de él y no quería, simplemente no quería…

Poco a poco, y con bastante miedo, fue apartando el peluche que descansaba sobre su rostro. Todo eso hasta que escuchó aquellas palabras que lo hicieron abrir de golpe los ojos, sin poder evitarlo.

‘’ Pequeño Matthew…Oni-sama te ha extrañado…’’

Su interior pasó a ser víctima de una sensación extraña y completamente desconocida en él. ¿Q-qué demonios fue aquello, por el amor de dios? Levantó así pues el rostro lentamente y se le quedó mirando con los ojos bien abiertos, como si aún no pudiera creer que de verdad se tratase de él.

‘’¿Fu-Fran…cis…?’’ Una sonrisa tambaleante se dibujó en su rostro. Qué estúpido soltar algo tan simple como aquello, ¿era lo único que podía decir en momentos como ése? ¿A pesar de todos los años que pasaron? Geez,  no tenía remedio.

El pequeño no habia cambiado nada, seguia siendo ese niño timido y calido, con ese gracioso y caracteristico cabello enrualado y su oso de felpa, oh claro que habia crecido era normal que lo hiciera, pero a demas de esa pequeño detalle seguia siendo el mismo matthew, el mismo que habia criado de pequeño.

- Si - hablo con voz algo melodica y Guiño - el mismo Oni-sama que da amor - Como no iba a reconocer al canadiense, puede que algunas veces se le pasara desapercibido, y contando desde que la familia de Matty ya no estaba bajo el protectorado de la suya, no se habia visto mucho, pero el simple hecho de compartir un cabello tan sedoso como el suyo propio era motivo para recordarlo, pero talvez no era lo unico.

- Si me permites...- se inclino y tomo asiento a un costado del de lentes, definitivamente todos debian ser como el dueño del peluche, tiernos y timidos, asi le seria mas facil que todos resivan su amor, por ahora debido al reencuentro estaba interesando en saber acerca del canadiense.

- mon cheri ¿tu tambien haz extrañado a Francis oni-san verdad? - le era inevitable hacer esa clase de comentarios y preguntas, lo dicho podia tener muchas interpretaciones desde lo mas puro hasta lo mas lujurioso, si se trataba de Matty no esperaba lo tomara como lo ultimo.

Era él. De verdad él. Tomó aire profundamente y se le quedó viendo, sin borrar aquella pequeña sonrisa de su rostro. Él…no había cambiado mucho, al parecer; seguía con ese aire conquistador que muchas veces no llegaba a comprender del todo, pero después de todo, seguía siendo la misma persona con la que se crió de pequeño.
A pesar de tenerlo en frente suya, aún no podía creerlo. Se sentía tan nervioso pero a la vez tan feliz. Era una sensación algo…extraña, sí, esa era la palabra que podría acercarse más.

Se removió en el sitio, inclinando torpemente la cabeza hacia delante, y lo miró de reojo cuando éste se sentó a su lado, avergonzado. Le hubiera gustado poder decir algo, pero el nudo que sentía en la garganta se lo impedía. Entrecerró los ojos; quería decírselo, cuanto lo había echado de menos, cuantos años se había pasado llorando por su vuelta, pero no se atrevía, simplemente no se atrevía.

Volvió a tomar aire y apretó sus tambaleantes manos contra la tapas de las rodillas, tratando de vocalizar una palabra siquiera. ‘’Y-yo…’’ balbuceó, sintiendo como su corazón se apretaba dolorosamente dentro de su pecho.
Después de varios intentos fallidos, simplemente asintió. Incluso los ojos habían comenzado a picarle, y se sentía bastante frustrado por no saber cómo evitar algo así.

‘’Mucho…’’ dijo en voz baja, apretujando a su peluche contra su pecho. Esperaba al menos que el otro pudiera haberlo escuchado, por muy vergonzoso que sonara.

Suspiro con entusiasmo, mirando el verdor del césped y de reojo al canadiense, talvez era la cercanía o el que lo conociese lo que le permitía sentir esa timidez tan de el, sonrio al saberse de esa idea, las personas lindas estaban para que Francis ni-chan las rodee con sus brazos, y es que para eso habia nacido en Francia, para dar su amor a todos.

Sonrió una vez mas cuando escucho el tartamudeo “tan lindoo” pensó, y es que así era, quien no considerara de la misma forma tal pensamiento es porque no tenia sentido del buen gusto. Giro el rostro hacia matthew, doblo una rodilla y encima de este poso su brazo este ultimo usándolo como base para su rostro apreciando a su pequeño compañero.

El escuchar que correspondían, cualquiera fuera el sentimiento expresado se sentía una armonía interior - esta bien Matthew – aun si eran pocas palabras las escuchadas eran suficiente de alguien tan calladito como lo era el de cabellos ondeados, sabia que era sincero al decirlo – Si es “mucho” esta bien, a Oni-sama le agrada si es así

Movió el brazo que tenia mas próximo al menor, lo rodeo por los hombros con este, atrayéndolo hacia si - ¿Qué shampoo estas usando? – pregunto al percibir el aroma que tenia los rubios cabellos.


Te doy una rosa por mi tan tarde respuesta!